El aspecto del bebé recién nacido tiene unas características físicas concretas, diferentes a las de los bebés un poco más mayores. Los padres deben conocerlas para que, al observar a sus bebés, sepan distinguir los rasgos que son propios de su edad. Así, no se alarmarán equivocadamente ante la postura, la forma de la cabeza o el color de la piel típicos de los primeros días de vida del niño.
Nada más nacer los bebés recién nacidos tienen un aspecto físico muy característico. Durante los nueve meses de embarazo no es raro que la mujer en ocasiones tenga dudas acerca de si el bebé nacerá bien o si padecerá alguna enfermedad o malformación .
De hecho, todas las madres, nada más dar a luz, preguntan ¿Está bien? ¿Lo tiene todo? ¿Está sano? Cuando cogen al bebé en brazos, cuando le cambian el pañal , cuando le bañan , es normal que los padres observen el aspecto del niño, su color y sus características.
Muchas mujeres de hoy en día no han visto nunca a bebés recién nacidos, ni tampoco los han tenido en brazos. Algunas mujeres se sorprenden, por ejemplo, cuando observan la forma de su cabeza que puede tener un aspecto "apepinado". Esto se debe a que la cabeza del bebé ha tenido que atravesar el canal del parto y se ha tenido que adaptar a esta travesía. No te preocupes, en pocos días, recuperará su forma.
Cuando tengas a tu bebé en brazos por primera vez, verás que su aspecto físico es diferente al de un bebé más mayor. Poco a poco irá cambiando a medida que madura y se adapta a su nuevo entorno.